10 Jul Palabra que tanto pesa
Y el globo aterrizó después de las turbulencias, dio un giro y su mundo cambió de tal manera que ahora se ocupa de la vida.
Por eso te pide que no le pongas marcas, ni etiquetas, sabes que puedes ir detrás pisando las mismas piedras con la fina piel de tus pies descalzos, como los suyos, seguro que duele.
No juzgues el color de su cara blanquecina, descolorida porque no le dio el sol, ni la forma desgarbada de su cuerpo al caminar, ni lo grande que se puso.
No te preguntes con tanta “curiosidad” – ¿Qué pasó?, si no – ¿Qué le pasó? Quizá algo de lo que no fue responsable.
No te dejes llevar por lo que aparenta, no le pasa lo que tú crees. Ni critiques sus dedos tocar el arpa de la vida; solo intentan hacer música. No le pongas un estigma, palabra que tanto pesa y cuesta desechar, porque cuando nació todo era normal y se quedará para siempre con ese rasgo.
Recuerda que cuando tú sufras, lo entenderá pero al igual que se hizo en su vida; no lo justificará. Quizás también, puede que; te juzgue, te etiquete, te marque… pero será consciente y te abrazará.
No va a dejar que tapes su cara con tus manos, tampoco la tapará con las suyas. Ahora tiene seguridad. No le regales lo que tú necesitas o crees que necesita. No te compadezcas desde tu ocaso, no le hace bien. Habla claro. No le hagas favores que no te pidió y dale la mano para seguir…
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