La formación del profesional sanitario, sea en el ámbito médico o psicológico, está casi exclusivamente dirigida a la adquisición de herramientas teóricas y prácticas orientadas al diagnóstico y tratamiento de sus pacientes. Aunque el profesional afronta el encuentro con el paciente desde su propia subjetividad, valiéndose de su propia experiencia y su situación personal para desarrollar su trabajo clínico, esta dimensión no está suficientemente considerada y atendida en los curriculum de formación de los profesionales sanitarios.
Sin embargo, en la práctica clínica sabemos que la dimensión humana del profesional es clave en el proceso psicoterapéutico. En primer lugar, es determinante en la construcción del vínculo terapéutico, factor pronóstico más importante para el buen desarrollo del proceso. También condiciona la estrategia terapéutica y el tipo de procedimientos y herramientas clínicas que el profesional ponga en práctica. Y por último, al ser el profesional la herramienta de trabajo, es esencial el mantenimiento de su propio bienestar y, por supuesto, evitar el riesgo de sufrir desgaste profesional al estar permanentemente en contacto con el sufrimiento humano.
Las reacciones emocionales, presentes en cualquier ámbito de la vida, y de manera especial, en la relación asistencial y en el proceso psicoterapeútico, no solo no son negativas en sí mismas, sino que son necesarias y terapéuticas. Sin embargo, su falta de conocimiento y correcta regulación si pueden convertirse en una interferencia y causa de tensión y malestar, para el paciente y para el profesional.
Desde Ipsimed ofrecemos un espacio para poner en común casos y situaciones clínicas, abordando no solo lo que le sucede al paciente, sino también cómo influye la experiencia del profesional. Se realizará presentación de casos y se ofrecerán y guiarán espacios comunes para compartir la experiencia. Atender esta dimensión se ha que visto mejora la reacción terapéutica con el paciente, aumenta su capacidad para gestionar las crisis y los conflictos inherentes a su actividad, aumenta la cohesión con el equipo de profesionales, y facilita su autocuidado.